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Pero Lot insistió tanto que se fueron con él y entraron en su casa. Les preparó comida, coció panes sin levadura y ellos comieron.

Aún no se habían acostado, cuando los habitantes de la ciudad de Sodoma se agolparon alrededor de la casa: jóvenes y ancianos, allí estaban todos sin excepción. Y gritaron a Lot:

— ¿Dónde están los hombres que han entrado esta noche en tu casa? Hazlos salir fuera para que tengamos relaciones sexuales con ellos.

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